Dispuesto a abandonar

Juan tiene 10 años. Practica fútbol tres días a la semana y el sábado juega su partido. Los domingos acude a tecnificación en la sede de la Fundación Marcet en Madrid. Hasta aquí todo bien. Es la vida normal de miles de niños que practican fútbol en todo el mundo. Pero un día, tuvo una lesión. Estuvo parado un tiempo y se recuperó en dos semanas y el fisio del club le dio el alta.