Mientras paseaba por el campo acompañado de un jugador de 13 años, charlábamos de muchas cosas hasta que de pronto, se quedó mirándome y me transmitió esta confidencia: –Yo quiero llegar a ser futbolista profesional.–Sus ojos transmitían una gran profundidad, como si estuviera visualizando esa trayectoria hasta su meta. Me quedé de piedra al escucharle porque sus palabras eran muy decididas y me hizo pensar en los muchos chicos que están empeñados en esta idea.